Aunque el hecho ocurrió en 2013, solo hasta ahora la Fiscalía del Condado de Los Ángeles ha iniciado un proceso en contra de Isauro Aguirre, novio de la madre del niño.
Gabriel Fernández era su nombre, a los pocos meses de haber nacido hasta 2012 vivió con sus abuelos, donde se evidenciaba que era un niño feliz según las fotos que se han expuesto en la sala de audiencia. Luego pasó a vivir a casa de su madre, Pearl Fernández, una “ex drogadicta”, donde empezó todo el calvario para este niño que hoy es un ángel.
Bajo las pruebas presentadas en contra del señalado, el niño vivió con su madre y el novio de ella, durante ocho meses hasta el día de su muerte.
El niño durante ese tiempo fue sometido a crueles castigos por parte de Isauro, con el permiso de la madre, porque Gabriel no “se comportaba como un varón”, según este hombre el niño tenía ciertos modales homosexuales y debía cambiar.
Para ello lo maltrataba, incluso llegó a la tortura tanto física como mental, haciendo que comiera excremento, como también comer su vomito. Según los dictámenes médicos, el cuerpo del niño tenía huellas de quemaduras hechas por cigarrillos y laceraciones.
El pequeño ángel que hoy se encuentra en el cielo, enfrentó una serie de horribles abusos, como golpes con cinturones, porras, rociado con gas pimienta, mordido, azotado con cables, quemado con cigarrillos, amordazado, obligado a dormir en un gabinete, expuesto a comer heces de gato y su propio vómito, todo esto validado por su propia madre, “para quitarle su supuesta homosexualidad”.
La muerte del niño en manos de Isauro fue brutal, “Le dio un puñetazo y le siguió dando puñetazos”, explicó Hatami, fiscal que lleva el caso, hasta que ‘Gabrielito’ perdió el conocimiento y tuvo que ser hospitalizado. Los médicos indicaron que el niño tenía muerte cerebral. Dos días después, se fue al cielo.
“Cada centímetro de Gabriel estaba magullado e hinchado. Su piel era de color negro y azul. Recuerdo que al tocarlo estaba frío”, declaró Emily Rebar, una de las enfermeras que atendió al niño antes de morir.
Según las declaraciones de la policía el día de la muerte, la madre del menor y su novio relataron que al niño le gustaba pegarse a sí mismo, era gay y quería suicidarse, además en el momento de los hechos, sus estados de ánimos no eran los esperados en esa situación tan grave.
El juicio contra este par de monstruos inició este lunes, esperando que entre seis y ocho semanas se dicte la sentencia. Por el momento se sabe que el hombre fue sentenciado a pena de muerte, aunque los abogados de Aguirre han dilatado el caso para que solo cumpla sentencia de prisión.
Deja un comentario