Afrontar que tu novio quiera tomarse un tiempo para pensar en la relación de los dos, puede detonar un momento de crisis; por eso, es importante no perder la calma y seguir algunos consejos que podrán ayudarte a sobrellevar el momento con cabeza fría.
Lo primero que debes hacer es decirle a tu novio que quieres ser absolutamente claro acerca de por qué te está pidiendo un receso, para que puedas ver si hay algo en la relación que pudieras mejorar.
Lo anterior implica estar abierto a escuchar cosas que tal vez te puedan lastimar, pero es importarte permitir que tu pareja se desahogue acerca de las cosas que le molestan en la relación.
La mayor parte del tiempo, en una relación, deambulamos con estos sentimientos enjaulados y con toda esta basura emocional que nos gustaría expresar a nuestra pareja, pero no lo hacemos, porque sentimos que no podemos o no debemos. Es horrible tener que esconder tus sentimientos del hombre al que supuestamente amas con todo el corazón. Por eso, si le permites a tu pareja aliviar esa presión, las cosas probablemente mejorarán, o al menos serán más claras. Y eso incluso podría hacer que reconsidere por completo todo el asunto de darse un tiempo.
Pero si lo anterior no funciona y él insiste en hacer una pausa en la relación de los dos, lo mejor es no insistir y respetar sus deseos… así sientas que se te acaba la vida.
Realmente, en estos casos no hay mucho más que puedas hacer. Intentar convencerlo de que no lo haga no es una buena idea. Cuando alguien necesita espacio, lo más inapropiado que se puede hacer es insistirle en que permanezca junto a ti. Hacerlo implica reconocer una dependencia hacia el otro y eso nunca es bueno. La gente en general se siente atraída por la confianza y la fortaleza de otros, y realmente no te estás haciendo ningún favor al pedirle que cambie de opinión.
Después de aceptar una pausa en tu relación de pareja, debes prepararte para esperar dos cosas: O tu novio logra ordenar sus emociones y regresa… O la pausa se hace permanente y el amor se termina.
Independientemente del resultado, siempre tendrás el beneficio de haberlo resuelto todo a través del dialogo. Si las cosas se acaban, no tienen por qué acabar mal. Sea como sea, que te pidan una pausa nunca es una buena señal y a veces conviene prepararse para lo peor para hacer menos dolorosa la partida.
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