La semana pasada se han cumplido nada más y nada menos que 10 años de uno de los momentos más icónicos del pop. Nos referimos tanto a la actuación de Britney Spears en los VMA de 2007 como a las reacciones posteriores.
La más famosa de todas fue la de Chris Crocker, un fan andrógino y semiadolescente de la diva que decidió grabar un dramático vídeo después de ver cómo el mundo hundía a la Princesa del Pop tras la terrible actuación.
El 10 de septiembre de 2007, Crocker, vlogger y seguidor confeso de la cantante, subió a YouTube un video en el que criticaba la negatividad con la que Spears era tratada por los medios y la opinión pública por aquel entonces, llegando incluso a las lágrimas para hacer un pedido público: “¡Dejen a Britney en paz!” (“Leave Britney Alone!”).
Hoy Chris Crocker ha crecido, se define ya como hombre y es medio Youtuber medio humorista, y aún mantiene algunos fans desde hace 10 años. Pero en este tiempo le hemos visto jugar con la transexualidad, disfrazarse de mujer para ir a comprar discos de ‘Blackout’ y regarlárselos a la gente pobre porque «todos merecen escucharlo», rodar su primera peli porno gay y, en definitiva, vivir un poco de las rentas de ese famoso vídeo.
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