Todo mundo sabe que si una mujer fuma y planea embarazarse debe dejar el cigarro. Un nuevo estudio sugiere que también el futuro padre debería dejar de fumar.
Investigadores brasileños analizaron el esperma de 20 fumadores y 20 no fumadores, y descubrieron que el esperma de los fumadores estaba dañado de tal modo que se reducían las probabilidades de fertilización y podía causar, además, problemas de salud en el bebé.
El ADN en el esperma de los fumadores se encontraba fragmentado, probablemente debido al estrés oxidativo del cadmio y la nicotina del humo del cigarro. En otros estudios se ha observado que la fragmentación del ADN del esperma está asociada con un mayor riesgo de problemas genéticos en los hijos, así como con el cáncer infantil. Las mitocondrias, el centro energético de las células, eran, también, menos activas en el esperma de los fumadores.
Así mismo, el estudio, publicado en BJU International, encontró que los fumadores tenían un porcentaje más alto de imperfección en los acrosomas, la parte de la cabeza del esperma que libera las enzimas que permiten al esperma penetrar la coraza del óvulo. Además, los investigadores descubrieron alteraciones en las proteínas del plasma seminal de los fumadores, las cuales podrían impedir la fertilización.
El mensaje es claro: el cigarro altera la capacidad del hombre para producir esperma capaz de fertilizar exitosamente un óvulo.
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