Un hombre bisexual de Kirguistán fue obligado a abandonar el país tras sufrir dos ataques homófobos en el mismo mes. El hombre, que tiene más de 20 años, dijo que los ataques tuvieron lugar en noviembre en la región de Issyk-Kul, situada en el este de Kirguistán, fronteriza con Kazajstán y China.
PinkNews ha acordado identificar a la víctima sólo por las iniciales A.D. para protegerla de posibles repercusiones. El primer ataque homófobo tuvo lugar después de que A.D. dejó la casa de su amigo A.A. alrededor de las 8 de la noche de noviembre. Los dos se abrazaron en la calle mientras A.D. esperaba que llegara su taxi cuando tres hombres se les acercaron, llamando a A.A. por su nombre.
A.D. le dijo a PinkNews que él y su amigo fueron llevados a un área aislada donde los tres hombres comenzaron a golpearlos e insultarlos, particularmente contra A.A.
«Nos golpearon en los riñones, el estómago y las piernas con porras, y se fueron.»
A.D., que nunca antes había conocido a los atacantes, decidió reportar el incidente a la policía. Recientemente había asistido a un taller de un grupo local LGBT+ y comprendía la importancia de denunciar los delitos contra la comunidad LGBT+. En la declaración de la policía, describió la apariencia de los hombres y señaló que habían utilizado porras de la policía para golpearlos durante el ataque homófobo. Se le dijo que se le contactaría si se encontraba una coincidencia con los sospechosos.
Cuando A.D. le dijo a su amigo que había denunciado el ataque homófoboa la policía, A.A. expresó su preocupación por la decisión. Temía las posibles repercusiones de los propios funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.
«Siempre he tratado de ocultar mi sexualidad, a menudo me sentía como un hombre de dos caras.»
A.D. pronto se daría cuenta de lo grave que es la situación para las personas LGBT+ en el país, especialmente para aquellos que intentan resistir el clima de intimidación. En la noche del 19 de noviembre, A.D. dijo que un hombre que salió de un auto negro y se identificó como oficial de policía se acercó a él de camino a su casa. El hombre afirmó que la policía había detenido a los presuntos atacantes de A.D. y que necesitaba que confirmara su identidad. El hombre insistió en que era un asunto urgente, así que A.D. se subió al auto, donde otro hombre estaba esperando.
«Después de un tiempo, me di cuenta de que no iban en dirección a la policía», recordó A.D. Sintiéndose cada vez más asustado, les pidió que pararan el coche, pero los hombres sólo pararon el vehículo cuando llegaron a las afueras de la ciudad.
«Me dijeron que me bajara del auto y que me insultara diciendo: ‘Maldito gay, ¿cómo te atreves a escribir una declaración, no entiendes que nadie te va a ayudar, que eres una vergüenza para toda la sociedad? A.D. dijo que después de ser insultado y amenazado, uno de los hombres sacó dos botellas de vodka, diciendo que ahora beberían juntos y se olvidarían de todo lo que acababa de suceder.
«Dije que no bebía y que estaba dispuesto a olvidar todo sin beber. Pero entonces el segundo hombre me golpeó fuerte en la cabeza por detrás y me caí. Continuaron golpeándome, me pinzaron la nariz y empezaron a servirme vodka [en la boca]. Después de eso, me desperté en el hospital de un dolor en todo el cuerpo, especialmente en el estómago».
El estómago de A.D. estaba envuelto en vendas, pero los médicos le dijeron que sus agresores habían tallado la palabra»gay» en su piel. A.D. dijo que su madre decidió trasladarlo de un hospital público a una clínica privada para recibir tratamiento después de dos días porque el personal del hospital parecía reacio a cuidarlo.
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