Andrew Sloane, un importante sacerdote de la iglesia de San Pablo, en Knightsbridge, Londres fue encontrado culpable de robar más de 18,000 dólares a su propia organización, dinero que fue utilizado en gran medida en ocupar chicos de renta, o en otras palabras, trabajadores sexuales, o en otras palabras, prostitutos.
El sacerdote fue confrontado por los magistrados de Westminster, los cuales poseían evidencia en video de que Andrew había utilizada la nada sutil técnica de robar el dinero directamente de una caja fuerte. Con evidencia tan contundente, no le quedó más que reconocer su delito y aceptar una suspensión de 12 meses.
A esto le debemos sumar que deben existir tres mujeres aún más molestas dentro de la congregación, ya que Andrew también confesó que había convencido a tres mujeres feligreses para que le hicieran un préstamo de emergencia, dinero que también fue utilizado para mantener su “estilo de vida extravagante”.
Para suerte de este sacerdote, su iglesia no presentó cargos y espera que el culpable devuelva el dinero.
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