Los Misioneros de la Caridad, fundados en 1950, ayudan a personas de todo tipo en 130 países del mundo con la religión católica como base.
Pues bien, en la India, el gobierno tiene una ley sobre adopción que obliga a permitir que cualquier persona apta adopte a huérfanos. Es decir, pasando todos los tests posibles, da igual si es soltero, casado, divorciado y, por supuesto, gay o lesbiana. Algo un poco irónico, ya que en la India la homosexualidad está perseguidísima, pero imaginamos que el gobierno piensa que ningún homosexual se va a atrever a adoptar un niño ni siquiera como soltero o fingiendo que es heterosexual.
El caso es que por ese motivo, la organización ha decidido que no ofrecerá a los niños huérfanos en adopción porque, según una de las monjas: “¿Y si el padre soltero resulta ser gay o lesbiana? ¿Qué seguridad de crecer en un entorno moral tendrán estos niños? Sólo queremos que adopten parejas casadas”. Así nos gusta, que la monja pase de los niños y solo piense en su doctrina y sus ideales inhumanos. Un nuevo ejemplo de como la homofobia destruye todo lo que encuentra a su paso.
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