Sexualidad

El bondage tiene innumerables beneficios para la salud mental

La esclavitud, la disciplina, el dominio y la sumisión pueden entenderse como una actividad recreativa, y no como un tipo de perversión. Si te preocupa aplicar determinadas prácticas sexuales que implican dominación a través de ataduras, esposas y otros métodos de sumisión, ya puedes quitarte los complejos de encima.

Un estudio ha aportado una clasificación del bondage o BDSM distinta a ninguna que se haya hecho antes: actividad de ocio, comparable a practicar golf, con innumerables beneficios para la salud mental de quienes lo practican, siempre y cuando se realice bajo pleno consentimiento y en un clima de afecto y respeto entre ambos participantes.

Son las conclusiones de un estudio publicado en la revista The Journal of Sexual Medicine, que pretendía explorar las características de esta práctica sexual como mera actividad de ocio y no como una parafilia sexual y eliminar estigmas, en contraste con las explicaciones psicopatológicas tradicionales.

Los autores del estudio, de la Universidad Estatal de Idaho, concluyeron que las sensaciones que provoca la amplia gama de prácticas y motivaciones del BDSM, tales como atar, dominar, humillar y el sadomasoquismo, reportan emociones positivas tales como libertad personal, sentido de la aventura, disminución del estrés e, incluso, desarrollo de habilidades personales. Emociones comparables a las de una actividad recreativa como, por ejemplo, el golf.

El estudio se realizó de la siguiente manera: una muestra de más de novecientos participantes respondió a una encuesta evaluando la experiencia BDSM según los atributos que suelen utilizarse para evaluar actividades recreativas y de ocio. En las respuestas también se evaluó y se comparó estadísticamente los roles de participación en el BDSM, dominantes y sumisos.

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