Pocas veces se homenajea al colectivo LGBT con motivos positivos. Esta vez hablamos del impacto cultural de una de las drag queens más grandes que hemos visto nunca. La mismísima Divine, nacida como Harris Glenn Milstead, podría contar con un monumento en la ciudad de Baltimore, Estados Unidos. La diva drag es todo un icono por su corpulencia, el maquillaje y lo atrevido de sus películas y documentales, algo que consiguió de la mano de su amado John Waters.
La idea es que sea una estatua o un mural a tamaño real con la imagen de divine completamente vestida de drag queen e incluyendo una frase en memoria de la artista de parte de John Waters: «Fue un mágico día en nuestras vidas jóvenes y felices».
Está claro que no será fácil conseguir este tipo de homenaje a un personaje tan importante culturalmente como ha sido Divine, pero cruzaremos los dedos para que sirva de precedente y empecemos a ver por las calles del mundo homenajes al colectivo LGBT de una forma natural. De momento, Baltimore puede que acceda, o al menos su alcalde está de acuerdo con la idea.
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